12.10.09

sapo burbuja

Así llamado por la burbuja que surge de su boca al croar, envolviéndole por entero en una gasa transparente que figura los brillos y reflejos de la luz. Cae entonces en un trance que sólo interrumpen el hambre y la oscuridad, aunque ciertas noches el resplandor lechoso de la luna llena le suscite burbujas de singulares patrones y colores, espejos tal vez de las combinaciones astrales que rigen el curso de las vidas. Tal es la creencia de los innumerables magos, brujas y adivinos que recorren los pueblos en busca de un bolsillo crédulo y se sirven de ellas para sus predicciones y engaños. Ciertos nativos de las marismas se han especializado en su captura y posterior preservación, que procuran sumergiendo sapo y burbuja en agua hirviente. Sólo cuando el sapo expira ahogado, con ojos atónitos y necios, extraen de la olla la bola de cristal donde un pequeño monstruo rugoso que nunca vislumbró su destino es llamado a predecir el ajeno.